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QUÉ ES LA FIBROMIALGIA

La fibromialgia es un término acuñado en 1976 que se refiere a un grupo de síntomas y trastornos músculoesqueléticos poco entendidos, que se caracteriza fundamentalmente por fatiga extrema, dolor persistente, rigidez de intensidad variable de los músculos, tendones y tejido blando circundante, y un amplio rango de otros síntomas psicológicos, como dificultades para dormir, rigidez matutina, dolores de cabeza y problemas con el pensamiento y la memoria, algunas veces llamados «lagunas mentales», que suelen impedir el funcionamiento rutinario del sujeto. Es un trastorno no contagioso presente en aproximadamente entre el 3 y el 6 por ciento de las mujeres jóvenes, comúnmente entre los 20 y los 50 años de edad.

La fibromialgia está considerada un diagnóstico controvertido, y algunos autores afirman que no debe considerarse como una enfermedad debido, entre otras razones, a la falta de anormalidades en el examen físico, en los exámenes de laboratorio objetivos o estudios de imágenes médicas para confirmar el diagnóstico. Aunque históricamente ha sido considerada un trastorno musculo-esquelético y neuro-psiquiátrico, las evidencias de investigaciones realizadas en las últimas tres décadas han puesto de manifiesto alteraciones en el sistema nervioso central que afectan a regiones del cerebro que podrían estar vinculadas tanto a los síntomas clínicos como a fenómenos descubiertos durante investigaciones clínicas. Aunque todavía no existe una cura universalmente aceptada para la fibromialgia, hay tratamientos que han demostrado durante ensayos clínicos controlados ser eficaces en la reducción de los síntomas como la educación del paciente, el ejercicio, las terapias conductuales y el consumo de ciertos fármacos.

Epidemiología

Se sabe que la fibromialgia afecta más a mujeres que a hombres y que podría afectar a un 3-6% de la población general. Se observa mayoritariamente entre los 20 y los 50 años de edad, aunque existen casos de niños y ancianos aquejados de esta enfermedad. Entre 10 y 20% de los ingresos a clínicas especializadas en reumatología reciben el diagnóstico de fibromialgia, sin embargo se estima que alrededor del 90% de quienes deberían enmarcarse en un cuadro de fibromialgia permanecen sin diagnóstico, ya sea por desconocimiento del personal sanitario acerca de la misma o porque muchos
profesionales de éstos no la reconocen como enfermedad. Las personas con artritis reumatoide y otras enfermedades auto-inmunes tienden particularmente a desarrollar fibromialgia.

Etiología

Aunque las causas aún no han sido bien aclaradas, se piensa que puede estar causada o agravada por estres físico o mental, traumatismo físico, exposición excesiva a humedad o frío, sueño deficiente o padecer una enfermedad reumática. Muchos de los casos empiezan después de hechos puntuales, como infecciones viricas o bacterianas, accidentes de automóvil, etc. La fibromialgia también puede aparecer sin ningún factor predisponente.
Han podido integrarse, así, teorías que abarcan las diferentes y complejas relaciones entre los mecanismos de sueño-vigilia (trastornos del ritmo circadiano), el eje hipotalámico-hipofisarioadrenal, los centros de procesamiento de las vías del dolor (fenómenos de sensibilización central y periférica del dolor) y el sistema nervioso autónomo (alteraciones en el tono autonómico o simpático-vagal: hiperreactividad simpática sostenida con hiporreactividad simpática ante el estrés.

Recomendaciones

Hierbas

Opción 1: Preparar una infusión de dos cucharadas de tomillo seco, por medio litro de agua, y beber un par de tazas pequeñas, al día.

Opción 2: Añadir un litro de la anterior infusión de tomillo, al agua de baño. Realizar baños durante 15 ó 20 minutos.

Opción 3: Aplicar vinagre de manzana sobre la zona dolorida.

Opción 4: Hervir, durante 5 minutos, dos gramos de la corteza seca de sauce en una taza con agua. Tomar dos o tres tazas al día. Debido a su contenido en salicina, principio de la aspirina, calma el dolor.

Opción 5: Consumir dos cucharaditas de jengibre en polvo disuelto en un vaso con agua. Beber dos veces al día.

Opción 6: Hervir una cucharadita de las flores de hiperico o hierba de San Juan en una taza con agua durante 5 minutos. Tomar dos veces al día.

Opción 7: Realizar una decocción, durante 30 minutos, de 100 gramos de cola de caballo seca, por litro de agua. Beber dos tazas al día.

Opción 8: Verter 35 gramos de flores de caléndula en un litro de alcohol de 45 grados. Reposar 15 días y aplicar compresas sobre la zona afectada.

Alimentos

Fbromialgia: Alimentos RecomendadosIncorporar alimentos ricos en magnesio como espinacas, lechugas, espárragos, germen de trigo y levadura de cerveza para mantener los músculos y tendones en buen estado. Según estudios, las personas que sufren de esta dolencia al consumir magnesio presentan menos episodios de dolor.

Consumir alimentos con selenio como la cebolla, ajo, coles, naranja, pepino, calabaza y manzana, ya que ayuda a disminuir la sensación de dolor.
Ingerir alimentos con calcio como leche, queso y yogures, ya que una baja concentración de calcio en sangre produce espasmos musculares. La dosis diaria necesaria se garantiza tomando, como mínimo, 1/2 litro de leche o derivados de ésta (dos o tres yogures o un trozo de queso).

Consumir alimentos que contengan vitamina C como en las frutas cítricas, fresas y cerezas (por sus propiedades antioxidantes ayuda a conservar las células musculares contra la degeneración y los dolores musculares)

Ejercicio

Fibromialgia: Actividad FísicaRealizar actividad física como caminar, andar en bicicleta y nadar, de forma regular para restaurar el tono muscular apropiado.
Evitar las actividades aeróbicas de alto impacto y el levantamiento de peso cuando mientras se tenga dolor.

Fibrosit 

Es un remedio homeopático que ayuda en la patología de fibromialgia. Trabaja restaurando la fibra muscular, los ligamentos y tendones, estimulando a su correcta función.

F.H. Geraldine Pippo Fratti
Farmacia Homeopática Elfos